Concluimos la entrevista a nuestro chef Rubén Cabrera explorando con mayor profundidad los cimientos que han dado forma a su manera de trabajar en el mundo culinario.

 

¿Cuál fue tu fórmula para lograr el respeto de quienes te rodean dentro y fuera de la cocina?

El respeto se logra siendo un buen profesional, porque de qué te vale ser buena persona, simpático, con carácter duro y de mil formas más que puedes ser como persona, si al final no eres un profesional dentro de la cocina la gente no te respeta, porque dicen: “Este tío no tiene idea”. Yo creo que lo más importante es formarte y ser un líder que tenga conocimiento, porque si no es muy complicado.

 

¿Crees que unos incentivos mejoran el rendimiento? Si es así ¿Cuáles empleas?

Los incentivos siempre son buenos y lo económico es mejor, es lo que más motiva a la gente. También, de vez en cuando la palmadita en la espalda te gusta, no todo es dinero, pero el equilibrio entre los dos creo que es lo mejor.

 

¿Cómo lidias con los trabajadores problemáticos? Y ¿Cómo haces para que se conviertan en un buen aporte?

No, los problemáticos directamente los quitamos y buscamos gente que sepa ser más. Es un problema, porque si eres problemático en tu carácter, no va a cambiar, va a seguir siendo problemático. Y al final nuestro trabajo no es educar, sino formar, es decir, al problemático lo quitas y buscas otra persona que entre en el perfil que buscas.

 

¿Cuándo pones a tu equipo antes que a ti? ¿En el éxito o en el fracaso?

A ver en el éxito siempre lo pones por delante, porque a ellos también les gusta sentirse valorados. Por ejemplo, cuando nos dieron el Sol, en la foto salimos todos y mientras que en el fracaso solamente es el líder el que está ahí. Entonces es como los entrenadores de fútbol, cuando ganan son los futbolistas y cuando los despiden son los entrenadores. Esto es igual, cuando hay una queja en el restaurante, el equipo sale de rositas, pero al que le echan la bronca es al jefe/líder.

 

Ya conociste un poco al chef Rubén Cabrera en el ámbito profesional, pero ahora descubrirás la parte personal y emocional.  No te pierdas la historia de nuestro chef y todo lo que nos quiere contar sobre el equipo de trabajo del restaurante La Cúpula.

Cuéntanos un poco sobre ti, de la historia que te trajo aquí.

Empecé en el Hotel Jardines de Nivaria, en el año 98 en cocina central. Allí aprendí todo lo que era la base y los primeros pasos. Poco a poco fui ascendiendo, hasta que en el 2007 me ofrecieron entrar en el restaurante La Cúpula y desde entonces sigo aquí.

Tocó empezar a formarme en diferentes ámbitos, así como participar en casi todos los concursos de cocina a nivel nacional hasta que gané el Campeonato de España, La Gamba Roja de Dénia. Justamente el año pasado recibimos el primer Sol de la prestigiosa Guía Repsol y también he sido nominado a mejor chef de Canarias ocho veces, el cual gané una sola vez y bueno, es un poco mi historia aquí en el restaurante.

¿Cuáles son tus objetivos a largo plazo?

No soy una persona de mirar a largo plazo, miro el presente, de estar contento con lo que hago y vivir el día a día. Ser feliz hoy y mañana, porque ¿de qué te vale estar mirando a largo plazo cuando tú estás trabajando a disgusto?

La experiencia me ha demostrado, épocas en la que estaba muy obsesionado con objetivos, que las cosas salen cuando quieren y no cuando tú quieres, entonces entras en un bucle de algo que no depende de ti. Lo vas a pasar mal y al final eso es lo que te crea frustración, o por lo menos yo lo veo así.

¿Ser el líder en el restaurante “La Cúpula”  es tu mayor logro?

No, no creo que sea mi mayor logro porque yo siento que hay cosas más importantes que el trabajo, como la familia, el crecimiento personal y el vivir el día a día.

¿Podrías definir a tu equipo en una sola palabra?

En una palabra me parece poco, pero el equipo de trabajo siempre se muestra currante y competente.

¿Qué es lo que te provoca al ver a tu equipo trabajar? ¿Orgullo, alegría, paz…?

Si lo están haciendo bien, sientes orgullo, dices: “Son unos profesionales… que bien lo están haciendo… esto es como la seda”, pero en la cocina es diferente, solo te fijas cuando ves algo malo, ahí es cuando te salta la alarma y empiezas a echar un poco la bronca. A veces se los ve haciéndolo increíble, están haciendo lo correcto y en otras ocasiones te pones a pensar ¿De dónde salió esto?

¿Qué sientes que le enseñas a tus compañeros?

Bueno, dentro del equipo hay gente que tiene más y menos experiencia. Entonces lo que yo le voy a aportar a alguno va a ser mucho más que a otro, dependiendo del grado de experiencia que tengan. Los hay desde que tienen en la cocina 20 años a los que tienen tres, a los que tienen uno, entonces le aporto experiencia, conocimiento y liderazgo.

Pero es cierto que hay gente que tiene más experiencia, que ya directamente ellos saben lo que tienen que hacer y a otros que tienes que estar más encima de ellos para formarlos como profesionales.

 

Ahora ya conoces un poco más al líder de nuestra cocina y carta de autor, ¿quieres conocer al resto del equipo?